Análisis de Sixty Four

- Adictos al clic -

¿Puede existir un ruido o sonido más molesto y a la vez más hipnótico que el maldito clic del ratón? Es algo muy sencillo de ejecutar pero en realidad intervienen varios grupos musculares, cientos de sinopsis neuronales,... un entramado y complejo sistema nervioso para que nuestro dedo pulse el botón del ratón y se ejecute en el ordenador la acción deseada. Así llegamos al título que os traigo hoy, Sixty Four, un original juego que mezcla las mecánicas de un clicker y la simulación de construir máquinas y hacer automatismos.    

Creado por el desarrollador independiente Oleg Danilov y publicado por PlaysaurusSixty Four, llega a nuestros ordenadores hoy 4 de marzo de 2024 con una propuesta única donde transformas máquinas simples en una fábrica próspera a golpe de clic del ratón. Deberás explorar lo desconocido e ir evolucionando todo para tratar de encontrar el sentido al mismísimo universo, y hacerlo de la manera lo más eficiente posible. Si quieres profundizar más en este título te invito a que te pongas el mono de trabajo y me acompañes a lo más hondo de este texto.

Tratar de entenderlo

Sentirse perdido en mitad de la nada. Así comienza la historia de Sixty Four, y es que estas en mitad de la nada y nada es lo único que encuentras a tu alrededor. Tan solo una pequeña máquina con la que interactuar y en este punto arranca tu aventura. Todo es muy abstracto, actúas por intuición y curiosidad y vas explorando como funcionan las cosas, mientras vas descubriendo lo que ocurre a través de un chat con un amigo en la parte inferior de la pantalla.

Aunque es un poco confuso al principio, poco a poco se va aclarando la narrativa, y sin entrar en detalles para no revelar información importante, si que os puedo decir que se supone que lo que sucede es lo que pasó justo antes de que se desatase el Big Bang que creo nuestro universo. El jugador es el responsable del Big Bang, ahí es nada. Como historia quizás suene a paranoia, pero el hilo conductor ayuda al jugador a seguir experimentando y profundizando en el juego.

Clic, clic y más clic

Jugar a Sixty Four es algo realmente sencillo, aunque al principio te cueste entender lo que está pasando, es tan simple como ir haciendo clic con el ratón sobre los objetos de la pantalla y ver como interactúan. La primera máquina que aparece, si hacemos clic en ella, nos irá extrayendo unos cubos de materia negra, que podremos ir rompiendo a base de clic para recogerlos. Este material y muchos otros nuevos que van apareciendo a lo largo de la partida nos servirán para ir construyendo nuevas máquinas y mejorando las que tenemos.

Una vez cogido el ritmo al juego y a medida que progresamos, las máquinas son más automáticas, y la velocidad a la que suceden las cosas se multiplica, al igual que el coste en materias para seguir avanzando y comprar nuevos equipos. Cuanto más juegas, más tiempo debes invertir para seguir logrando pequeños avances. Algo que hace que la curva de diversión disminuya con el paso del tiempo, ya que al principio hay muchas novedades pero luego te puedes tirar bastantes ratos repitiendo procesos para conseguir algo nuevo.

La variedad de máquinas y materias primas que usamos para construir no son muy elevadas, lo que hace que a ratos el juego parezca un poco plano y repetitivo. Eso si, como buen clicker tiene un alto componente adictivo y las horas jugando pasan volando, siempre intentando avanzar a construir una nueva máquina o llegar a más profundidad en la extracción.

Como juego de simulación es limitado, ya que nuestra interacción es mínima, además de hacer clic deberemos elegir la forma más eficaz de colocar las máquinas para maximizar la producción y que los tiempos no sean largos. Creo que es un juego que podría funcionar muy bien en dispositivos móviles por la simpleza de mecánicas y porque te permite tanto jugar sesiones cortas para llenar huecos o jornadas más largas de tiempo.

Un minimalista y original apartado artístico

En el aspecto gráfico Sixty Four tiene una estética minimalista pero muy llamativa, el estar con un fondo blanco que representa la nada, el ojo humano se siente atraído hacia los elementos importantes en pantalla: ¡Las máquinas tienen toda nuestra atención! Y hay que reconocer aquí que los diseños de las máquinas además de muy originales resultan muy bonitos y precisos. Lucen de lujo. 

Sonoramente todo invita a relajarte, va muy en línea con el apartado visual, ligeros sonidos de máquinas, ruidos extraños en mitad del silencio,... tiene algo que provoca armonía y sensación de bienestar. 

Conclusión

En conclusión, Sixty Four es un original juego que mezcla las mecánicas de un clicker y la simulación de crear máquinas y automatizarlas hasta crear una fábrica funcional. Es entretenido y adictivo pero con el paso de las horas la sensación de diversión disminuye pudiendo llegar a cansarte y ser repetitivo, sobre todo por que se alargan los tiempos para conseguir avanzar y se hace pesado. 

Sixty Four no inventa nada nuevo en el género idle o dentro de los clickers, pero lo hace bien y te da muchas horas de juego. En el apartado artístico es donde luce único y llama poderosamente la atención, su aspecto minimalista pero intrigante crea una sensación extraña de sentirte perdido pero estar relajado. Si te gustan los juegos relajantes donde tienes poco más que hacer clic y ver como suceden las cosas, y buscar la máxima eficacia de tus máquinas échale un dedo al asunto que lo vas a disfrutar.

- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Playsaurus -

LO BUENO

LO MALO
💚 Te atrapa durante horas
 Poca variedad de elementos
💚 Estética minimalista original
 Puede ser repetitivo
💚  Trama desconcertante y misteriosa
💚 Descubrir cosas es placentero



Comentarios