Análisis de Vlad Circus: Descend Into Madness

 

"Descubre la verdad o pierde la cabeza"

La coulrofobia es el miedo irracional a los payasos, una fobia más habitual de lo que pudiera parecernos y que a menudo asalta al ser humano en su más tierna infancia. Es por eso, que elegir como protagonista de "Vlad Circus: Descend Into Madness" a un payaso, puede ser un gran acierto. Y es que el estudio argentino Indiesruption, conocido por su anterior juego "Nine Witches: Family Disruption", nos propone una experiencia bastante interesante mitad aventura gráfica, mitad survival horror. Uno de esos títulos indies que brillan aprovechando sus fortalezas y ocultando con soltura sus debilidades.

Vlad Circus llegó hace unas pocas semanas a nuestros ordenadores y consolas Xbox, PlayStation y Nintendo Switch, y lo hizo publicado por el editor Blowfish Studios. Con una recepción bastante positiva por parte de los medios y de gran parte del público, se está ganando un sitio en las estanterías digitales de la gente. ¿Creéis que será un éxito rotundo? Hoy vengo a hablaros de un circo, el Circo Vlad, y la trágica historia que le rodea. ¡El espectáculo debe continuar!

Había una vez un Vlad Circus... 

La historia que nos narra Vlad Circus Descend Into Madness es un viaje a través de la mente rota de un hombre, un payaso de nombre Oliver, que tras sobrevivir al incendio del circo en el que se ganaba la vida, es tratado en una institución de sanación mental. Tras superar el trauma causado por el trágico incidente se reincorpora a la sociedad, y lo hace acudiendo a una cita con los compañeros de su antiguo circo con la idea de volver a montarlo de cero. Es en este punto en el que arranca nuestra aventura, y es que al llegar al lugar de reunión, la antigua mansión de la familia del director del Circo Vlad, una serie de sucesos extraños llevarán a nuestro protagonista a balancearse en la delgada línea que separa la cordura de la locura. ¡Bienvenidos al Circo Vlad!

Los personajes de esta aventura son clichés típicos de la galería de los horrores de un circo, desde un payaso al hombre forzudo, pasando por la mujer barbuda, un ventrílocuo, unas hermanas siamesas o un mago sin piernas. Todos ellos tienen diseños originales y personalidades bien definidas que te harán simpatizar o detestarlos desde el primer diálogo. Son los actores perfectos para una narrativa, quizás un poco predecible, pero llena de profundidad y buen hacer, y que me ha resultado interesante desde la primera escena hasta el desenlace de la obra. 

Una aventura en la que enfrentarse al horror y la locura

Vlad Circus Descend Into Madness es una aventura gráfica con puzles al más estilo clásico mezclado con la acción tipo survival horror, una fusión extraña pero que funciona bien. Como mandan los cánones clásicos de este tipo de juegos para avanzar en la trama deberemos resolver una serie de rompecabezas mientras dialogamos con los diferentes personajes secundarios y vamos conociendo la historia y desentrañando los secretos más ocultos. Entre tanto puzle, la novedad en este juego reside en que tendremos pequeños enfrentamientos con enemigos que salen a nuestro paso.   

Los rompecabezas son lógicos y bastante básicos, no te atascarás en exceso en su resolución. Son del tipo "utiliza un objeto aquí, abre la puerta con la llave, combina dos objetos,...", nada complejo ni frustrante o carente de sentido. Una de las cosas que menos me ha gustado de Vlad Circus es que no hay una gran variedad de escenarios, pero nos obligaran a dar demasiados paseos yendo muchas veces de un punto hasta otro y recorriendo largas distancias, lo que logra alargar artificialmente la duración del juego pero empeora la experiencia. 

La parte del survival horror en Vlad Circus es muy simple sin apenas complicación y con un sistema de combate muy básico que se puede resumir en pegarle unos cuchillazos o disparos a los enemigos que nos salen a nuestro paso. No es un apartado que moleste, incluso puede ser entretenido al principio, pero al cabo de unos cuantos enfrentamientos, se vuelve repetitivo y no aportan mucho. Además, la variedad de enemigos es mínima lo que no ayuda a que sea más divertido. Aún así, hay escenas dentro de la acción de supervivencia que merecen la pena ser jugadas. Un detalle que me ha gustado es que en vez de barra de vida, nuestro payaso Oliver, tiene una barra de estrés que se va llenando cuando se enfrenta a situaciones complicadas o es dañado por sus enemigos y que para recuperarse podrá rezar.   

Algo que si me gustaría destacar es la original mecánica de los recuerdos, y es que llegado un punto de la historia podremos acceder a los recuerdos de nuestro protagonista a través de una foto y vivir escenas del pasado, antes de que ardiese el circo. Estos viajes en nuestra memoria hacen que recordemos donde hay escondido un objeto que necesitamos o que desbloqueemos nuevas partes de la trama que no recordábamos. Estas experiencias nos servirán en el presente haciendo que se materialice un objeto que necesitamos o desbloqueando un nuevo diálogo para que la historia continúe. Me habría encantado que la hubiesen explotado un poco más, ya que me ha parecido entretenida y muy bien implementada. 

Un espectáculo pixel a pixel

Vlad Circus: Descend Into Madness tiene un delicioso pixel art rico en detalles y con un gusto exquisito. Uno de los apartados qué más me ha gustado del juego en parte por su facilidad para conseguir crear una ambientación terrorífica con unos cuantos píxeles. El diseño artístico de los personajes es de buen gusto y un derroche de imaginación, y los escenarios están plagados de detalles que ayudan a crear una atmósfera de tensión maravillosa. Un arte sobresaliente para los que gustamos del antiguo hacer gráfico.

La banda sonora del juego es correcta, quizás le falte variedad pero no molesta ni cansa. Lo que si que está bien elegido son los efectos de sonido que hacen que la experiencia sea mucho más envolvente. 

Conclusión

En conclusión, Vlad Circus Descend Into Madness es una aventura gráfica mezclada con elementos de supervivencia y con una ambientación llena de horrores. La historia que nos cuenta es interesante y nos mantendrá pegados a nuestras pantallas hasta el final, aunque el desenlace puede ser algo previsible, pero merecerá la pena el viaje. Jugarlo es divertido, con unos puzles racionales y lógicos y de dificultad asequible que no nos atascarán ni frustrarán. Lo que si puede cansarnos en varias ocasiones son los largos paseos que daremos de un escenario en el que encontramos un objeto hasta el lugar donde lo necesitamos. 

La acción tipo survival horror es simple, muy simple, y no nos supondrá apenas un reto. Al principio podrá parecer entretenido, pero a medida que reaparecen ciertos enemigos una y otra vez, puede ser un poco repetitivo. El apartado gráfico tipo pixel art es oscuro, tenebroso y una maravilla, consiguiendo crear una atmosfera terrorífica a la perfección. Una ambientación al borde de la locura que a mi personalmente me ha ganado. Tras casi 5 horas para completarlo con todos sus logros puedo recomendar Vlad Circus a los amantes de las aventuras con un aire sobrenatural y espeluznante.  

-Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Blowfish Studios-



LO BUENO
LO MALO
💚 La ambientación es pura tensión 
 Muchos paseos
💚 Historia oscura y bien narrada
 Desenlace previsible
💚  Pixel art del bueno 
 Acción demasiado simple
💚 Los efectos de sonido
💚 La mecánica de los recuerdos












              

          

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